REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY

Habéis hecho de la casa de Dios una "cueva de bandidos"

Ayer vimos a Jesús llorando delante de Jerusalén, hoy en cambio está enfadado dentro del Templo. Ayer lloraba por la falta de salvación, hoy en cambio condena la idolatría de los hombres, porque es idolatría.  Porque yo, el Señor, soy tu Dios, un Dios celoso, que castiga la culpa de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación. 

Ahí, Dios se vuelve malvado, se enoja. Cuando en el Templo se reduce la gratuidad de lo sagrado a su comercio, allí se ha hecho un acto idolátrico. Por ejemplo, cuando se pagan las misas... En ese momento todo el mundo puede decir: "¡Esa es mi misa, yo la he pagado!". Y sucede así. Hemos hecho de la Misa un acto idolátrico. De esto, sí, Jesús se enfada. ¿Qué es el ídolo? El ídolo es nuestra idea de Dios. 

Cada vez que encerramos a Dios en nuestros esquemas, cada vez que decimos que debe actuar de una determinada manera, cada vez que le damos contornos hechos a nuestra medida, estamos fabricando un ídolo. Somos como tontos que hacen ídolos y dicen: ¡aquí está Dios! Incluso la vida espiritual puede convertirse en idolatría, si creemos que somos nosotros quienes construimos, merecemos, adquirimos la salvación por nuestro ser buenos, por nuestras obras, por nuestros méritos, esfuerzos, trabajos, fidelidad... ¿Cuál es el ídolo? Es Dios hecho a mi medida. ¡¡Tu decide...!! 

Fray Enrique OFM.