REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
TODOS LOS ODIARÁN POR CAUSA DE MI NOMBRE
El Evangelio de Lucas 21,12-19 nos presenta un pasaje en el que Jesús advierte a sus discípulos sobre las dificultades que enfrentarán por causa de su fe. Les habla de persecuciones y hostilidades que surgirían debido a su lealtad a Cristo. Sin embargo, junto a estas pruebas, Jesús les asegura que serán fortalecidos con palabras y sabiduría del Espíritu Santo para afrontar cualquier adversidad.
Esta enseñanza de Jesús tiene un gran significado para nosotros los franciscanos día en que celebramos los 800 años de la aprobación de la Regla Bulada. El 29 de noviembre de 1923 el papa Honorio III aprobó solemnemente la regla de vida de San Francisco. La regla es un libro de la vida, esperanza de salvación, médula del Evangelio, camino de perfección, llave del paraíso y pacto de la alianza eterna que hacemos con Dios. En el contexto de este Evangelio, podemos notar cómo San Francisco y los primeros franciscanos vivieron estas palabras de Jesús, enfrentando persecuciones y adversidades por su fe, pero manteniendo una profunda confianza en la providencia de Dios.
Recordar estos 800 años nos trae a la memoria la valentía y fidelidad de los primeros franciscanos, quienes perseveraron a pesar de las adversidades. Así como Jesús prometió sabiduría a sus discípulos, los franciscanos, inspirados por San Francisco, encontraron fortaleza en Dios para mantener su compromiso con el Evangelio.
Que este mensaje del Evangelio nos ayude a reflexionar sobre la importancia de mantenernos fieles a nuestras convicciones como católicos incluso en tiempos de adversidad. Así como los primeros franciscanos, somos llamados a perseverar en nuestra fe y confiar en la gracia de Dios para superar las pruebas que puedan presentarse en nuestro camino espiritual.
