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04 Jan
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY

Si quieres encontrar algo, lo mejor es empezar a buscar. Puede que no encuentres exactamente lo que buscabas, pero al menos habrás vivido. Como los primeros discípulos, también nosotros buscamos respuestas. Sin embargo, la vida nos empuja a no detenernos en definiciones, y menos aún con Dios.

Estos dos primeros discípulos no piden a Jesús una enseñanza, una verdad estable, quizá porque se sienten un poco sorprendidos e incómodos por la iniciativa de Jesús: es él mismo quien se dirige a ellos, es él quien les invita a tomar conciencia de la pregunta que llevan en el corazón.

Aunque uno de los dos discípulos incluso recuerda perfectamente la hora del día en que tuvo lugar aquel encuentro (eran cerca de las cuatro de la tarde), el texto no nos dice dónde vive Jesús. Ese lugar sigue siendo incierto, porque hay muchos lugares posibles en los que podemos encontrarnos con Jesús. Dios no se deja encerrar en nuestras experiencias. Quizá no todo cambie inmediatamente, pero al menos habremos iniciado un proceso.

Fray Enrique OFM

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