REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Evangelio Mc 8, 11-13.
¿Por qué esta generación reclama un signo?
✠ Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús, para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: ¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación. Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla. Palabra del Señor.
Reflexión
¿Por qué esta generación reclama un signo?
En el Evangelio de hoy, los fariseos se acercan a Jesús buscando un signo del cielo, una demostración sobrenatural de su autoridad divina. Jesús, en lugar de acceder a su petición, suspira profundamente y cuestiona la necesidad constante de signos de una generación incrédula.
La respuesta de Jesús revela una verdad profunda: la fe genuina no se basa en la constante demanda de pruebas tangibles. El suspiro de Jesús refleja su comprensión de la falta de disposición interior de aquella generación para reconocer la verdad espiritual sin la necesidad constante de demostraciones.
Nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe. ¿Buscamos continuamente signos y milagros para afirmar nuestra creencia, o confiamos en la palabra de Dios y en la relación personal con Él? Jesús nos desafía a ir más allá de la búsqueda de señales externas y a profundizar en una fe arraigada en la confianza y la entrega.
El rechazo de Jesús al dar un signo adicional no es una negación de su divinidad, sino una llamada a la madurez espiritual. Al final del pasaje, Él se retira y se va a la otra orilla, dejando a los fariseos con su incredulidad.
Que este Evangelio nos impulse a cultivar una fe que va más allá de los signos visibles, una fe arraigada en la relación con Jesús y en la confianza en su palabra, incluso cuando no entendemos completamente. Que podamos aprender a percibir la presencia de Dios en lo cotidiano y confiar en Su guía sin la necesidad constante de pruebas externas. Amén
