tiempo estimado de lectura : 1
06 Nov
Reflexión del evangelio de Hoy

Da gratuitamente sin esperar nada a cambio  

La invitación, de Jesús,  es a no movernos por interés, ni siquiera por el principio de la justa reciprocidad. Si yo te doy, lo lógico es que tú también me des. O, peor aún, te doy para que me des. 

Jesús nos invita a ir más allá. Jesús también habla de una cierta “recompensa”, pero nos enseña a dilatarla en el tiempo. En primer lugar, nos enseña a dar con gratuidad, a hacer el bien precisamente a quienes a lo mejor no podrán devolvernos el favor. 

Y, en segundo lugar, nos dice que toda buena acción tendrá su respuesta. Pero no siempre de manera inmediata. Por tanto, hagamos el bien, actuemos con generosidad, con gratuidad, sin esperar nada a cambio, por el gusto de dar, de entregarnos sabiendo que, al final, se terminará tornando hacia mí en bien. Cómo, cuándo… no lo sabemos, pero tornará. Démonos a fondo perdido. 

Porque sólo quien experimenta la gratuidad en sí mismo es capaz de hacer lo mismo. Creo que por eso Cristo nos amó con un amor gratuito. No nos amó con un amor interesado, sino con un amor interesante. 

Fr. Luis Enrique OFM

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO