VIVIENDO EL EVANGELIO DEL DÍA: UNA REFLEXIÓN QUE TOCA EL CORAZÓN

Evangelio Mt 5, 17-19.

Quien los cumpla y enseñe será grande.

✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos». Palabra del Señor.

Reflexión

Los detalles. Los detalles son importantes. Los percibimos en el cuidado con que se pone la mesa cuando un amigo nos invita a comer. Los captamos en la dedicatoria escrita en un libro que nos regalan. Los apreciamos en el amigo que apaga el móvil al principio de la velada para no ser molestado mientras habla y charla con nosotros. Los detalles. Algunos llevan su tiempo, otros requieren una atención fina. 

Así, el Señor nos invita a ser igualmente atentos en nuestra relación con el Padre. Lo que cuenta requiere tiempo. Lo que contienen la Ley y los Profetas puede ser superado por el gran mandamiento del amor: 'amaos los unos a los otros como yo os he amado', pero el amor está atento para cuidar, valorar, embellecer, apoyar, tomarse tiempo, intuir, soñar, espolear sin herir, acoger sin bloquear, y se concreta en palabras, miradas, silencios, caricias, lágrimas, timideces e impulsos. ¿Cómo se puede pensar que se puede decir "yo amo" si no se tiene el valor de pasar por todo esto? 

Las instrucciones que Dios dio al pueblo de Israel y que Jesús quiere devolver a su esplendor originario son la forma que damos al amor, el modo concreto de manifestar nuestra confianza en el Dios feliz que quiere que seamos felices.